Te invitamos a retar a tu familia demostrándoles que tú también puedes ser un cocinillas y preparar unos platos de vigilia para chuparse los dedos. Les sorprenderás si además los acompañas de un delicioso tinto de verano Sandevid.
Si también quieres desconectar y hacer algo más aparte de aprender cómo se hacen estas recetas, te invitamos a que visites las mejores ciudades para disfrutar al máximo de la Semana Santa. ¡Será una experiencia inolvidable!
1. Potaje de vigilia con garbanzos y espinacas
El potaje se ha convertido con el paso de los años en una de las recetas más icónicas de la Semana Santa. Lo primero que tenemos que hacer es preparar un sofrito a base de ajo, cebolla y tomate rallado o cortado en trocitos muy pequeños. Añade perejil y pimienta al gusto y cuando tengas el sofrito listo, resérvalo.
Por otra parte, tienes que preparar la parte principal del potaje. Echa en una olla grande los garbanzos cocidos (pueden ser de bote o garbanzos que hayas cocido tú previamente) y agua hasta taparlos y que sobre un dedo. En lugar de agua puedes usar caldo de verduras o el caldo de la cocción de los garbanzos.
Añadiremos a la olla las espinacas, que igualmente deberemos haber cocido (durante unos 10 minutos) y escurrido previamente. Añadimos también el sofrito y, cuando empiece a hervir, lo dejamos unos 5 minutos.
Si queremos que nuestro potaje también tenga bacalao, lo deberemos añadir en este momento en trocitos y dejarlo durante otros 5 minutos para que se haga a la perfección. Te recomendamos que compres el bacalao ya desalado; de lo contrario tendrás que desalarlo tú mismo antes de echarlo al guiso. ¿A que es más fácil de lo que parecía hacer un buen potaje?
2. Torrijas
Uno de los postres estrella de la Semana Santa, sin duda alguna, son las torrijas. Lo mejor de todo es que es una de las recetas más fáciles que encontrarás. Así que… ¿por qué resistirse a cocinar esta fantasía en cualquier época del año?
Debemos comenzar por preparar la leche en la que vamos a remojar el pan. Con un litro será suficiente, pero le tendremos que añadir un poco de cáscara de limón (sin llegar a la parte amarilla) y una ramita de canela. Deja que la mezcla hierva para que se mezclen los sabores y entonces deja que se enfríe.
Mientras tanto, iremos cortando una barra de pan en rebanadas. Ten en cuenta que debe tratarse de pan duro que sea de hace un par de días. Cuando esté fría, remoja en la leche que has preparado las rebanadas de pan hasta que estén bien empapadas y después pásalas por huevo batido justo antes de meterlas en la sartén con muuuuucho aceite de oliva.
Cuando hayas frito las torrijas, deja que escurran el aceite sobrante en papel de cocina y, cuando estén frías, pásalas por una mezcla de azúcar y canela para que tengan una última capa superdulce.
3. Arroz con bacalao
Si hace poco te hablábamos de cómo hacer una paella muy top, otro plato típico que podemos preparar en Semana Santa es el arroz con bacalao.
Lo primero de todo es hacer un sofrito superrico a base de cebolla y ajo picados en trocitos pequeños, pimiento y 250 gramos de migas de bacalao desalado. El bacalao es el último ingrediente que debemos añadir, porque requiere mucho menos tiempo. También tenemos que echar sal y especias al gusto (el pimentón dulce va de lujo).
Una vez tengamos todo esto listo, echamos unos 200 gramos de arroz y, acto seguido, caldo de pescado que podemos hacer casero o comprar previamente. Mézclalo todo hasta que rompa a hervir y, después, deja que se haga a fuego medio durante unos 15 minutos hasta que el caldo se haya evaporado. Deja reposar unos minutos tapado con un trapo y ya lo tendrás listo para servir.
4. Arroz con leche
El arroz es un alimento que da muchísimas posibilidades. Por eso, también lo podemos utilizar para hacer postres tan apoteósicos como el arroz con leche.
Lo primero de todo es aromatizar la leche con canela y piel de limón como hicimos con las torrijas y, cuando empiece a hervir, echamos arroz (preferiblemente de tipo bomba). Debemos remover de vez en cuando mientras se hace durante unos 40-50 minutos lentamente.
Cuando esté listo, lo dejaremos reposar. Podemos dejarlo un poco más caldoso o espeso en función de nuestro gusto. Al servir, podemos añadir un poco de canela en polvo extra. ¡Así de fácil!
5. Pestiños
Otro dulce imprescindible que no puede faltar en Semana Santa. El primer paso es echar un vaso de aceite de oliva a una sartén, un vaso de vino blanco, ralladura de piel de naranja y de limón (sin llegar a la parte blanca) y una cucharada de matalahúva o anís.
Después de haber hecho esta mezcla en la sartén, tienes que echarla sobre un kilo de harina y mezclar todo hasta obtener una masa homogénea. Cuando ya la tengamos, la dejaremos reposar media hora tapada con un trapo y después ya podremos amasarla con un rodillo hasta que quede bien fina. Entonces la cortaremos en cuadrados o círculos y uniremos dos de sus puntas para, a continuación, freír los pestiños con mucho aceite.
Por último, tenemos que echar miel con un poco de agua (para reducir su espesor) en una sartén y volver a echar los pestiños a esta mezcla para que queden bien dulzones. Una receta fácil que seguro te sale de diez.
6. Bacalao en escabeche
Al igual que el arroz, el bacalao es otro de los reyes de la Semana Santa. El primer paso es desalarlo, rebozarlo con harina y huevo, freírlo y dejarlo atemperar.
Por otra parte, procedemos a la elaboración del escabeche. En un mortero machacamos bien un poco de clavo, uno o dos ajos, azafrán y un poco de ralladura de naranja.
Con el bacalao en la olla echamos agua hasta que lo cubra por la mitad y añadimos el mejunje que hemos obtenido tras machacar los ingredientes anteriores en el mortero. Añadiremos también una hoja de menta o de laurel y dejaremos que se cocine durante unos 10 minutos.
Como se come frío, lo único que deberemos hacer después de esto es meterlo en el frigorífico cuando se atempere. ¡Riquíííísimo!
7. Rosquillas fritas
Por último, te traemos rosquillas que son ideales tanto para Semana Santa como para cualquier época del año. Debes empezar por mezclar en un bol harina (500 gramos), azúcar (200 gramos), 1 cucharada pequeña de levadura y otra de anís, una pizca de sal y un poco de piel de mandarina o naranja que habremos rallado.
Por otra parte, necesitamos otro bol o recipiente para mezclar un huevo, un poco de leche y aceite de oliva. Cuando lo hayamos mezclado todo lo echamos en el primer bol donde tenemos el mejunje hecho a partir de la harina. Al final, obtendremos una masa uniforme que deberemos dejar reposar durante 45-60 minutos.
A partir de ahí debemos moldear la masa e ir cortando trozos para ir dándole forma a cada una de nuestras rosquillas. Fríelas con mucho aceite de oliva, déjalas escurrir sobre papel de cocina y rebózalas en un poco de azúcar. Perfecto. ¡ya lo tienes!
Ya sabes cómo hacer estas comidas típicas de Semana Santa. Pero si quieres seguir aprendiendo y cocinando, en Sandevid tenemos un amplio abanico de recetas en nuestro blog superfáciles de hacer que seguro te gustan 😉