Incluso los fans incondicionales de la cerveza titubean unos segundos ante la imagen de un tinto de verano con una buena cantidad de hielo y una rodajita de limón. Pero si eres de los que les cuesta mucho decidirse, te damos unos cuantos datos para inclinar la balanza a uno de los dos bandos. ¿Cerveza o tinto de verano?
En primer lugar, nos parece importante destacar las cualidades del vino, y es que, según los especialistas “tiene importantes beneficios en el sistema cardiovascular, por su alto contenido en polifenoles y antioxidantes”. Sin embargo, y siendo honestos con vosotros, tenemos que tirar una lanza a favor de la cerveza, ya que también cuenta con muchas propiedades buenas. Es muy rica en vitaminas y minerales, pues se trata de un potente cóctel de nutrientes como calcio, magnesio, fósforo y vitamina B5 ácido fólico.
¿Y si estoy a dieta?
A todos nos preocupa cuidar nuestra línea, pero lo cierto es que cuando queremos salir a despejarnos no nos apetece bebernos una botella de agua, sino que optamos más bien por bebidas refrescantes y, como una vez al año no hace daño, te contamos cuáles son las diferentes opciones para seguir con una vida fit.
Desde el punto de vista calórico, las diferencias no son demasiado significativas entre cerveza y tinto de verano en sus versiones normales. Sin embargo, la situación cambia notablemente si nos decidimos por las versiones sin alcohol como nuestro tinto de verano 0 0.
Sabemos que cada vez sois más los que os mueven estos motivos a la hora de decantaros por una bebida, por eso entendemos que nuestros tintos de verano ‘sin’ tengan cada vez más seguidores. Nuestros tintos de verano sin alcohol y sin azúcar, solo aportan 1 caloría por 100 ml. Por su parte, 100 ml de cerveza ‘sin’ aporta entre 21 y 24 calorías, mientras que la cerveza 0,0% tiene un aporte calórico de entre 12 y 23 calorías. Así que, esta vez, el minipunto se lo lleva el tinto de verano.
Además, no por estar libre de azúcares tienes que renunciar al mejor sabor. En Sandevid pensamos en todos, y por supuesto, en aquellos que lleváis un estilo de vida más sano, alejado de los azúcares y el alcohol. En la familia de nuestro tinto de verano limón, podéis encontrar su versión ‘sin’ (con una cantidad muy baja de alcohol), la versión ‘zero’ (libre de azúcar, pero con alcohol) y la más healthy de todas, la versión ‘0+0’ (sin alcohol y sin azúcar), que incluso es apta para embarazadas. Pero si no eres muy fan del limón, y prefieres el tinto de verano en su versión original, también hemos pensado en ti, y no podía faltar entre nuestros tintos de verano el Sandevid Original Zero.
¿Tiene más alcohol el tinto de verano?
En cuanto a la graduación, se suele pensar que la cerveza tiene menos grados de alcohol que el tinto de verano, ya que las que están fermentadas a baja temperatura oscilarán entre el 3-8% de alcohol. Sin embargo, las de alta temperatura o artesanales son más fuertes y pueden alcanzar hasta al 15% de alcohol.
En Sandevid, hay un amplio abanico de tintos de verano con diferente graduación. Desde versiones que, directamente no tienen nada de alcohol, como el Sandevid Limón 0+0, del que te hablábamos anteriormente, hasta el Rebujito, que contiene 5,0% VOL. Nuestros tintos más tradicionales, Sandevid Original y Sandevid Limón, tienen una graduación de 4,0% VOL; al igual que nuestro tinto de verano con naranja. Pero si buscas un termino medio entre estas opciones, te aconsejamos nuestro tinto de verano con zumo de limón, que añade a nuestro vino tanto zumo natural de limones 100% españoles, con solo 2,0% VOL.
Así, si lo que te preocupa es la graduación, ya sabes que tienes numerosas opciones para disfrutar de un ratito de charleta con tus amigos o familiares, sin preocuparte de acabar “piripi”, como diría La Vecina Rubia.
Definitivamente, nosotros nos seguiremos decantando por un buen tinto de verano o sangría cada vez que quedemos para tomar algo con nuestros colegas. Además, cuenta con una ventaja que no tiene la cerveza, y que para nosotros (con lo habladores que somos) es importante: puedes echarle hielo para evitar que se caliente mientras estás contando una de esas historias que no tienen fin.