Muchas veces pensamos que el mundo del vino es para aquellos especialistas que entienden todos sus aspectos y nosotros queremos demostraros que no. Por eso, hoy os queremos enseñar cómo hacer una cata de vino y que así puedas convertirte en un auténtico catador de vinos.
Participar en una cata de vinos requiere de un aprendizaje que se cogerá con la práctica y con el tiempo. Es muy importante utilizar todos los sentidos para analizar el vino y así saber interpretar realmente todos los matices que tiene.
¿Cómo se cata un vino?
El proceso de la cata de vino es muy complejo y a la vez fácil. Ya que consta de tres fases, que tendremos que llevar a cabo para poder valorar y analizar correctamente todos los aspectos que nos puede ofrecer cada vino. El proceso de la cata requiere una agudeza de todos los sentidos y, especialmente, del visual, gustativo y olfativo; ya que los tres serán indispensables para llevar a cabo la cata como un auténtico catador de vinos.
La manera de empezar es muy importante, ya que hay que tener en cuenta que hay que servir el vino con un ángulo de 45º para que desde un principio podamos ver cómo se sirve.
1. Fase visual
En esta primera fase hay que valorar los siguientes aspectos:
- Intensidad: Depende de la cantidad de color que tenga el vino.
- Nitidez: Al analizar este aspecto tendremos en cuenta si el vino está limpio o no. Para ello, veremos si está turbio, si tiene algún tono brillante, o cualquier aspecto que afecte a su color.
- Color: En este aspecto tendremos que tener en cuenta el tipo de vino que es. En vinos blancos podemos encontrarnos con colores pardos, amarillentos, verdosos… En vinos rosados, tonos que van desde el rosa frambuesa al rosa salmón, etc. Por últimos, en vinos tintos; los tonos más comunes son púrpuras, rojo picota, granate, rubí o violáceos.
- Lágrimas: Son esas gotitas que quedan en la superficie de la copa. La cantidad de lágrimas que haya en la copa dependerá de la graduación alcohólica del vino. Si su graduación es alta, su densidad es alta por lo que caerán lentamente.
- Efervescencia: Aunque el vino no es una bebida con gas, al servirlo se producen una serie de burbujas; este es el proceso en el que se desprende el dióxido de carbono del vino.
2. Fase olfativa
Sin agitar ni mover mucho la copa, la acercamos a la nariz para tratar de identificar los aromas del vino. Hay diferentes aromas dependiendo de la procedencia del vino: uvas, naturaleza, frutales, terreno, etc.
A continuación y tras un leve movimiento de la copa, intentaremos identificar los aromas secundarios; aquellos que provienen de la fermentación del vino.
Por último, están los aromas terciarios. Son aquellos más difíciles de encontrar, incluso para un catador de vinos profesional; son aquellos que provienen del desarrollo y la crianza del vino. Pueden ser: aromas florales, frutales, de frutos secos, vegetales, roble, etc.
3. Fase gustativa
En esta fase, el vino llega a la boca. Con un sorbo muy pequeño, haremos un recorrido de un lado a otro de la boca intentando que el vino llegue a todos las partes y así percibir los sabores.
Uno de los aspectos que veremos en esta fase es la textura que tiene el vino. El tacto que deja el líquido al pasar por nuestra boca.
Después de tragar o escupir el vino, es muy importante expulsar el aire por la nariz. Esta nos hará sentir sensaciones en la boca, que para cada persona es diferente, incluso un catador de vinos no se pone de acuerdo con otros.
¿Cómo puedo aprender a catar vinos?
Aprender a degustar vino no solo te ayudará a comprender cómo distinguir los diferentes tipos de vinos. Esta también es una buena forma de empezar a degustarlos de una forma más especial. Aprenderás a reconocer mejor las diferentes notas, aromas y sensaciones que despierta esta bebida.
En la cata de vinos debemos dejar muy claras todas las sensaciones. Si es posible, evita los perfumes demasiado fuertes para que no afecten al sentido del olfato. De igual forma, conviene que el lugar en el que se va a celebrar la cata esté bien ventilado y bien iluminado para que la vista pueda realizar su función al máximo. Si deseas degustar varios vinos, conviene hacerlo en diferentes copas.
¿Te animas a hacer una cata de los sabores de Sandevid?
En Sandevid tenemos variedades muy diferentes de nuestros tinto de verano. Pero hay que destacar que también tenemos productos diferentes, como Sangría o Rebujito, que son una auténtica sorpresa para todos aquellos que lo prueban.
Os proponemos un ejercicio, hacer una cata con nuestros productos. Cada una de nuestras elaboraciones tiene unos aspectos especiales que la hace diferentes a las demás.
Desde nuestros clásicos como el Sandevid clásico o Sandevid limón, hasta nuestra última innovación el Sandevid con un toque de vermut. Y, como hemos dicho anteriormente, no podemos dejar de probar nuestras variedades de Sangría o rebujito; con un sabor diferente que te encantará.
Hay que tener en cuenta en nuestras catas que en Sandevid elaboramos todos nuestros productos con materias primas 100%, sin conservantes ni colorantes. Además, no tienen ningún producto de origen animal; por lo que son productos aptos para personas veganas.