Hoy, hemos pensado que es buena idea explicarte las diferencias entre el mosto y el vino porque, como hemos dicho en otras ocasiones, no tienen nada que ver.

El otro día os hicimos una pequeña comparación de tinto de verano vs cerveza para ayudarte a decantarte por una de estas dos bebidas en esos días en los que no sabes qué pedir en tu bar favorito. Así que hemos decidido seguir explicando las diferencias entre nuestras bebidas favoritas.

Diferencias entre el mosto y el vino

Para empezar, es necesario saber que durante la elaboración del vino tinto, hacer mosto es uno de los primeros pasos. Este se obtiene de las uvas prensadas antes de su fermentación, al extraer su jugo. A partir de ahí, comienza el proceso de fermentación, que es cuando ese mosto pasaría a convertirse en vino.

Mosto y uvas

Es más sencillo de lo que parece. El mosto es una mezcla que incluye el jugo fresco, las pieles, las semillas y los tallos de la uva. Después de aplastarlas y presionarlas, llegaría el momento de la fermentación, durante el que esta bebida comenzaría a fermentarse naturalmente.

Esta fermentación continúa hasta que todo el azúcar se convierte en alcohol y se produce el vino que conocemos como vino seco. Sin embargo, cuando se quiere crear un vino con un toque más dulce, normalmente se detiene el proceso antes de que se convierta todo el azúcar.

El proceso de fermentación puede llevar de 10 días a un mes o más.

Vino sin alcohol

Entonces, ¿el mosto un vino desalcoholizado sin más? La respuesta es no. Un vino sin alcohol en algún momento de su elaboración ha sido vino, mientras que el mosto no.

Este puede ser utilizado como bebida para niños y mayores, pues es simplemente un zumo de uva sano y refrescante. Sin embargo, el proceso para obtener un vino sin alcohol es más complejo.

Lo primero es partir de un vino completo de buena calidad y en Sandevid somos expertos en eso, ya que producimos nuestro propio vino en casa, Las Tablas de Daimiel, donde nuestros agricultores trabajan delicadamente los viñedos para después producir el vino en nuestras bodegas.

El siguiente paso sería separar los componentes del vino. Una vez se separa el alcohol, el resto de componentes se vuelven a juntar, de tal manera que el alcohol queda fuera. Aunque cuando pierde el alcohol el vino puede perder alguno de los matices que le aporta, lo cierto es que mantiene igualmente sus tonalidades y gran parte de los aromas.

En Sandevid, podemos dar fe de que nuestros productos sin alcohol están igualmente ricos, ya que tenemos nuestro tinto de verano limón 0,0, que no contiene azúcar ni alcohol, y está deliciosísimo.

 

vino sin alcohol

Dicho todo esto, concluimos el post haciendo una breve conclusión. El resultado de la fermentación de un gran mosto, suele ser un gran vino y el vino siempre es alegría, amistad, reuniones y familia.  Así que, alza tu copa y ¡brinda por las cosas buenas de la vida!